El uso de las dosis infinitesimales u homeopáticas, siempre se ajusta a los principios que la rigen; los dos fundamentales son: el similar y la dosis mínima dinamizada, son esenciales para poder tener un resultado positivo con su aplicación.
El principio del similar enuncia que aquello que produce en grandes cantidades una serie de síntomas, es capaz de eliminarlos con dosis mínima conveniente. Por ello el Dr. Hahnemann planteo en el órganon de la medicina, que la isopatía no era homeopatía.
Sin embargo, la historia recupera que fue el propio Hahnemann, que ante una peste de sarna causada por el acaro de la piel (Sarcoptes scabiei), elaboro el primer nosode denominado Psorinum.
Es importante señalar que las diferencias entre un similar y el más similar, está en que unos cubren parte de los síntomas y el segundo cubre todos los síntomas que se generan.
Se define como nosode (palabra griega que significa de la misma enfermedad) y después de la aplicación del Psorinum, se iniciaron la elaboración y uso, sin embargo, fue marginal. Así hay diversos nosodes, no sólo para el ámbito humano, sino que en el ámbito de la producción agropecuaria.
Autor
Felipe de Jesús Ruiz Espinoza